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La sociedad vasca es diversa y tiene un punto de vista abierto sobre ello

21 de febrero de 2015

Aztiker ha realizado un estudio en toda Euskal Herria, a solicitud de la Diputación Foral de Gipuzkoa

La Diputación Foral de Gipuzkoa ha encargado al grupo de estudios sociológicos Aztiker un estudio para analizar la opinión y la postura de la ciudadanía vasca sobre las identidades culturales y de origen, con el objetivo de conocer dicha realidad y de que las instituciones dispongan de una herramienta que les ayude a realizar una gestión adecuada. Las encuestas se realizaron el año pasado y los resultados del estudio sociológico han sido presentados hoy al mediodía por Asier Etxenike, coordinador del estudio, y por Itziar Pildain, directora de Migración y Diversidad de la Diputación Foral de Gipuzkoa. Se trata del primer estudio sociológico realizado sobre diversidad en los siete territorios de Euskal Herria.

Según el estudio realizado por Aztiker, la mayoría de la ciudadanía vasca, independientemente de su origen, vive a gusto en Euskal Herria. En concreto, el 89,7% desea seguir viviendo en nuestro país.

En lo que se refiere al origen, uno de los factores que caracterizan a nuestra sociedad es la diversidad: si tenemos en cuenta el lugar de nacimiento de padres y abuelos, la mayoría de vascos y vascas (52,6%) tiene relación con algún lugar de fuera de Euskal Herria. Si observamos unicamente el lugar de origen de cada persona, el 72,8% ha nacido en este país y el 27,2% en otros territorios. Entre las personas nacidas fuera, el origen más común es España, seguido de Ecuador, Colombia, Rumanía y la República Dominicana.

En cuanto a la convivencia, el estudio demuestra que la relación entre las personas de cualquier origen es mayor en los lugares escogidos (por ejemplo, en el círculo de amistades) que en los lugares naturales (familias) o en los obligatorios (lugares de trabajo, edificios).

El estudio también ha analizado el nivel de simpatía hacia la ciudadanía de diferentes orígenes. La población vasca tiene una opinión positiva de las personas nacidas en el estado español y francés, en el resto de la Unión Europea y en Latinoamérica; en el caso de las personas nacidas en Europa del Este, China, Rumanía y Marruecos la opinión mayoritaria es negativa. Los datos sobre las personas de origen marroquí son significativos. Su presencia en Ipar Euskal Herria es antigua y el índice de simpatía es positivo. En cambio, en Hego Euskal Herria, tienen el índice de simpatía más bajo. Esta es, precisamente, otra de las conclusiones del trabajo: cuanto más antigua es la relación entre las personas de diferentes orígenes, mayores son la confianza y la simpatía. La ciudadanía vasca que más simpatía tiene hacia las personas migrantes son las personas de izquierdas, independentistas y con mayor nivel de estudios.

En lo que respecta a la diversidad lingüística y cultural, una amplia mayoría de la ciudadanía (93,2%) se muestra favorable a mantener la cultura y lengua propias en el ámbito privado. El 64,2% cree que también la administración debe fomentar todas esas culturas. En cuanto se especifica más, el apoyo disminuye, si bien, todavía predomina el punto de vista positivo: el 56,3% de la ciudadanía vasca considera que el sistema educativo debería garantizar la presencia de la lengua y de la cultura de todos los colectivos que residen en nuestro país.

En lo que corresponde a los factores que definen la identidad colectiva, la mayoría considera que el más importante es la voluntad de tener esa identidad (7,5 puntos en una escala de 1 a 10); la cultura de cada persona o la de sus antepasados (música, gastronomía…) obtiene 7,2 puntos; su lengua o a la de sus antepasados, 6,9 puntos, y su lugar de nacimiento o el de sus antepasados, 6,7 puntos. Es decir, en opinión de la mayoría de la ciudadanía vasca la voluntad es el factor principal a la hora de conformar la identidad colectiva. Al respecto, en nuestro país existe una gran diversidad de identidades. Los dos colectivos principales son los que se sienten vascos y españoles o franceses (33,2%) y los que se sienten solamente vascos (28,6%). Las personas que solamente se sienten españolas o francesas son el 10,6%. En Navarra prevalece la opción de sentirse solo navarros o navarras.

Además, el 86,9% de la población considera que todas las personas que viven en Euskal Herria deberían tener los mismos derechos y obligaciones. En cuanto a las condiciones para obtener la nacionalidad, las que han alcanzado el mayor nivel de acuerdo son residir en Euskal Herria (79,4%), trabajar en nuestro país (74,7%), así como sentirse parte de él (71,2%). La mayoría (54,9%) afirma también que hay que saber castellano o francés. Las que han alcanzado el menor nivel de acuerdo han sido haber nacido en Euskal Herria (44,1%), saber euskera (38,9%) y tener antepasados de origen vasco (33,1%).

Tal y como ha declarado la directora de Migración y Diversidad Itziar Pildain, el estudio ha dejado claro que la sociedad vasca es muy diversa en lo relativo al lugar de nacimiento de la ciudadanía, a su cultura y a sus identidades colectivas, lo cual nos obliga a buscar acuerdos para garantizar la convivencia. “Todas las personas que vivimos en Euskal Herria somos ciudadanas y ciudadanos vascos, y entre todos y todas tenemos que construir este país. Tenemos que basar nuestra convivencia en garantizar los derechos de toda la ciudadanía”, ha afirmado Pildain. La directora de Migración y Diversidad ha añadido que el estudio demuestra que estamos ante una sociedad abierta: “Existen indicadores a los que hay que prestar atención, y es evidente que todavía nos queda mucho trabajo que realizar en la sensibilización y en el fomento del mutuo conocimiento y el reconocimiento. En muchas ocasiones las instituciones descargan el peso de la xenofobia en la sociedad, pero estos datos ponen de manifiesto que la postura de la sociedad ante la diversidad es más positiva que lo que muchas veces se cree. En este sentido, es mucho más preocupante el racismo institucional; que desde las instituciones se fomenten estereotipos y se pongan en el punto de mira a colectivos enteros”.

La sociedad vasca es diversa y tiene un punto de vista abierto sobre ello